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  • José Musse

Lecciones de la Expulsión de una Bombera





La Compañía de Bomberos Salvadora Callao 9 ha sido sacudida por una resolución de suspensión y degradación que ha levantado cejas. La V Jefatura Departamental ha actuado con corrección y justicia; si hay algo que reprochar, es la lentitud de los procesos.



Esto me lleva a reflexionar sobre lo que decía el filósofo nacido en la actual Turquía, Heráclito: "De cada 100 hombres en batalla, 10 no deberían estar ahí, 80 son solo carne de cañón, 9 son verdaderos luchadores, son los que harán que el combate nos sea favorable, pero solo 1 es el líder”.


Lo mismo ocurre con los bomberos. Hay muchos que no deberían estar ahí y otros, la mayoría, que solo hacen ruido y no sirven más que para rellenar las filas y ser lesionados. Invertir en desarrollo personal, que incluye fuerza de carácter, liderazgo, resolución de conflictos, enriquecimiento espiritual, está al alcance de todos. Sin embargo, se pasan demasiadas horas en la televisión, en chismes de barrio y farándula.


Ser un buen bombero no es difícil, pero por pereza, de cada 100 bomberos, 90 están en dos categorías que no aportan.

Creo que la bombera debe dejar la institución por decisión propia. No creo que debió ser expulsada, ya que hasta ahora todo ha sido palabrería, y esperamos que no concrete sus amenazas. Creo que debe revisar su vida y tomar clases de manejo de ira. Es una oportunidad única si sabe ver las cosas desde el ángulo correcto.


Cuando estaba en mis veintes, no me gustaba la dirección que tenía mi vida, así que decidí cambiarla. ¿Cómo? No ganaba mucho dinero y no tenía muchas opciones. De lo poco que podía hacer, estaba leer un libro semanal. Empecé con libros del Jirón Quilca del centro de Lima.


No escogí novelas románticas o fantasiosas, casi ninguna literatura, tampoco ciencia ficción. Escogí libros sobre formación de carácter, filosofía como la de los estoicos, finanzas, estadísticas, diplomacia, relaciones internacionales, arte, sociología, sexualidad, historia, negocios, administración, negociación.


¿Puede usted imaginar cómo cambiaría su vida si lee un libro semanal? Después de un año, leería 52 libros. En dos años serían 104 libros. ¿Cuánta gente conoce que haya leído tantos libros? Le doy una pista. Una de las cualidades comunes entre los billonarios que se repite como un patrón es la lectura casi convulsa. Mi vida cambió, mis finanzas cambiaron, mi círculo de amigos cambió, mi país de residencia cambió.


Hoy, rara vez leo. Ahora uso audiobooks. El último audiolibro que he completado es "Hábitos Atómicos" de James Clear. Ahora el título que estoy terminando es "Be Useful: Seven Tools for Life" de Arnold Schwarzenegger, y ya tengo un ojo en el siguiente: "Negocia sin Miedo" de Victoria Medvec. Escucho libros cuando viajo a mi trabajo y cuando salgo del mismo camino a casa. Frecuentemente, durante mi hora de refrigerio en el trabajo, sigo con los audiobooks. Mientras otros pierden su tiempo escuchando música, yo estoy aprendiendo.


La mayoría de los libros se pueden leer entre 4 y 10 horas. Si usted viaja en bus o tren por más de una hora en ida y vuelta, ya es la mitad de un libro; en dos días, un libro puede ser leído. Consistentemente y con disciplina, realmente se puede leer semanalmente más de un libro, pero dejemos el reto a solo uno a la semana.


¿Qué pasó en la Salvadora 9? Unos ignorantes pobremente preparados para la vida se enfrentaron. En pocas palabras, terminaron discutiendo y amenazando la salud y seguridad de un subalterno. No puedo imaginar cuánta energía desperdiciada.


Si los involucrados fueran más cultivados, y no me refiero a títulos profesionales que no garantizan calidad de vida, definitivamente nada de esto hubiera pasado y menos escalado a tales proporciones.


La palabra clave acá, y que todo bombero debe tener presente, es ‘desescalar’ y crecer como seres humanos. Lo vimos en esa confrontación innecesaria entre bomberos y policías por un paciente del cual la policía se negaba a entregar el documento de identidad que los bomberos querían trasladar. Que los bomberos tenían razón. Sí, la tenían. ¿Debía el bombero confrontar al policía e invadir su espacio personal? Pues no, totalmente innecesario.


Nuevamente, lea, mejore como ser humano y bombero; de lo contrario, estará en el lado erróneo de la frase de Heráclito de Efeso.


José Musse

New York City

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