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José Musse

Análisis de Incidentes

Updated: Jan 22, 2021


En 1996 recibí una colección de libros y manuales cortesía del FEMA y la US Fire Administration. Los Technical Reports son documentos que revisan incendios y otras emergencias. Estos papeles documentan las respuestas, revisan los errores cometidos y emiten recomendaciones que con el tiempo se traducen en conferencias y grupos de trabajo. Finalmente nuevas normas y protocolos obligatorios.


Por mi amistad con varios oficiales del FEMA y más tarde con el Departamento de Homeland Security, participaba regularmente en conferencias. Rick Tobin quien se encargó de la oficina de emergencias del estado de California durante el terremoto de Loma Prieta de 1989, David T. Crews del FEMA más tarde se convirtieron en parte de mi honorable staff.


Fue así como conocí más tarde al Teniente Coronel Tom Robinson que era el Oficial de Enlace del Ministerio de la Defensa Civil Rusa y Jefe de Global Emergency Response, que usaba aviones Ilyushin-76 que apagaban incendios forestales y enviaban ayuda humanitaria a todo el planeta.


Con todo ese soporte y ayuda decidí fundar el Centro de Entrenamiento de Bomberos Profesionales y fomentar el recién creado Sistema de Comando de Incidencias. Sin Facebook, Youtube y Google que en esos tempranos días emergía como la nueva herramienta de búsqueda. Tener un website era costoso, se debía conocer HTML, no existía el concepto de Web 2.0 que hizo más simple y al alcance de todos la posibilidad de compartir información. Publicar no era fácil, pero mi hermano menor era lo suficientemente curioso para aprender y convertirse en web developer. Los negocios eran prometedores y había mucha energía para hacerlo, especialmente cuando todas las piezas encajaban entre sí.


Fue nuestra primera tarea y nuestra bandera promover en los servicios de emergencia de habla hispana el Sistema de Comando de Incidencias.


Uno de los documentos clave que se crearon en esa dirección y para reforzar el Sistema de Comando de Incidencias y popularizar en nuestra región fue mi propia versión de esos reportes técnicos. Bastante más modesto y menos ambiciosos que los del FEMA y tropicalizado a la realidad peruana para molestar, incomodar y enojar a las vacas sagradas.


Resultaron un éxito y se convirtieron en uno de los trabajos más leídos, buscados y traducidos a otros idiomas.


Uno de los bomberos que ayudó a revisar y crear esos análisis de incidentes fue Ricardo Durán. Nunca lo he mencionado antes porque hubo un buen número de bomberos que trabajaba tras bambalinas haciendo exitosa la revista y el Centro de Entrenamiento de Bomberos Profesionales, pero de ser identificados podrían sufrir represalias.


Ricardo y yo nos graduamos de bomberos en la misma unidad y el mismo año.


Ricardo sin dudas no solo tomaba extraordinarias fotos, documentaba cada paso de la respuesta a emergencias. Como bombero sabía que capturar.


Luego nos reuníamos para revisar todo lo ocurrido, dedicando varias horas de trabajo. Ricardo siempre fue un buen amigo, juntos formamos un equipo de trabajo en 1987 para mejorar como bomberos al que bautizamos como Grupo Rojo por el color del uniforme del bombero peruano. De los cinco que iniciamos aquel grupo, solo mantengo contacto con dos. Él y Aldo Sessarego que se convirtió en bombero en el estado de Virginia.


Aldo Sessarego y yo seguimos un patrón similar sin saberlo en su momento y en diferentes tiempos. Ambos fijamos nuestro domicilio en la Madre Patria antes de establecernos definitivamente en los EE.UU.


Ricardo era de los pocos que era bienvenido de ir a mi oficina en Surquillo o a mi casa a cualquier hora y sin previo aviso. No puedo recordar un solo momento en 35 años que hayamos tenido una seria discusión que nos enamistara.


Muchas veces tocaba la puerta de casa a altas horas de la noche cuando estaba escribiendo un artículo para la revista. Se lo leía. Sí se reía, sabía que andaba por buen camino. A veces me decía ⎯⎯no eso no⎯⎯ frecuentemente ⎯⎯ eso es demasiado⎯⎯ entonces sabia que debia hacer cambios.


Una anécdota. Regresé al Perú en el 2010 y me quedé varios meses mientras liquidaba algunos negocios pendientes y vendía mis propiedades. El Capitán de B10 Fernando Camino me reunió con el doctor Jorge Reyna Noriega, quien había sido por décadas el Director de Sanidad del Cuerpo de Bomberos. Él tuvo palabras muy amables conmigo y por el trabajo que mi equipo había logrado, al final me susurro al oído ⎯⎯fuiste duro conmigo⎯⎯ refiriéndose al análisis que hice de una operación de rescate en la Vía Expresa que él dirigió.


No creo que Ricardo o yo, entendimos en su momento que estábamos creando uno de los documentos más importantes del servicio de emergencia peruano. Disculpe que no sea modesto y podría no ser de simpatía de muchos pero ahí hay una serie de documentos que muestra cómo se actuaba hace 24 años y contando. Nunca se hizo algo similar. Es la historia operativa de los bomberos, cruda, fidedigna, bien documentada. Es incontestable.


El ego de unos bobos lo rechazarán, pero no será la forma correcta de usar el valor testimonial que carga y del que se puede concluir, ⎯⎯mira lo mucho que hemos progresado⎯⎯ ó ⎯⎯qué imbéciles somos que hacemos las cosas igual de mal⎯⎯


La pregunta más incómoda está adelante y no es responsabilidad de Ricardo Duran o mía responder en este momento.


Por ahora dejaremos que cada bombero peruano responda la pregunta de si mejoraron en algo.


En el 2017 los removí del servidor de esta revista y ahora he decidido publicarlos tal como fueron desarrollados y sin ningún cambio.


Sin el compromiso, visión, talento, trabajo duro y dedicación del buen bombero Ricardo Durán Suárez de la Compañía de Bomberos Antonio Alarco 60, estos análisis nunca hubieran sido posibles.


Por lo mismo, solo me queda decir. Gracias Ricardo.



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