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  • José Musse

¿Son todas las Escuelas de Bomberos en esencia Mediocres?




El desaparecido músico Kurt Cobain dijo la célebre frase: "Ellos se ríen de mí porque soy diferente y yo me río de ellos porque todos son iguales". ¿No es precisamente esto lo que está sucediendo en las escuelas de bomberos? Al completar un programa en una academia de bomberos o una escuela de bomberos, los estudiantes pueden obtener diversas certificaciones y credenciales que validan sus habilidades y conocimientos. Estas certificaciones pueden incluir Bombero I y II, Operaciones con Materiales Peligrosos, Técnico en Emergencias Médicas (EMT) y otras más. Obtener estas credenciales demuestra competencia y mejora las perspectivas laborales en la industria de la lucha contra incendios.


Pero, ¿acaso no es lo mismo? ¿Cuál es la diferencia entre estudiar en la escuela de bomberos de Bogotá o en la Academia Nacional de Bomberos de Chile (ANB)? No quiero ofender a sus directores ni instructores. Estoy seguro de que todos trabajan con seriedad y profesionalismo, pero siento que nos quedamos cortos al repetir la misma canción, sin alejarnos de la misma letra y partitura.


Las academias de bomberos y las escuelas de bomberos proporcionan a los aspirantes a bomberos paquetes de educación y entrenamiento integrales que los equipan para tener éxito en esta exigente profesión. Al ofrecer planes de estudios estructurados, entrenamiento práctico, programas de acondicionamiento físico, certificaciones, instructores experimentados y oportunidades de educación continua, estas instituciones desempeñan un papel vital en la preparación de las personas para servir a sus comunidades como bomberos hábiles y dedicados.


Sin embargo, un curso basado en un estándar NFPA, aunque cambie de instructores, no habrá mayor diferencia si estos son de calidad y se respeta y define calidad como cumplir con los requerimientos que ya están definidos por la misma NFPA. En otras palabras, si usted aprende a utilizar la NFPA 10 Standard for Portable Fire Extinguishers en Guadalajara, Jalisco, Ciudad de Guatemala, Cali, Quito, Lima o Buenos Aires, ¿realmente importa? ¿Será diferente? Si los instructores conocen el tema, son profesionales, realmente todo será similar y la diferencia geográfica será irrelevante.


Es cierto, necesitamos que todos los bomberos tengan un mínimo de conocimiento, que esa instrucción esté normalizada, que sea similar y se asegure un conocimiento básico, medio y avanzado en las disciplinas que ocupa el profesional de emergencias, pero al parecer no hemos avanzado más allá de eso, no hemos salido de pensar fuera de la caja.


Además de los programas de formación inicial, las academias de bomberos y las escuelas de bomberos pueden ofrecer oportunidades de educación continua para bomberos en ejercicio que buscan mejorar sus habilidades y mantenerse al día con los avances de la industria. Estos pueden incluir cursos especializados en áreas como técnicas avanzadas de supresión de incendios, investigación de incendios provocados, liderazgo y gestión, entre otros. Pero necesitamos algo más, así como el ejército tiene su escuela básica y hay especializaciones, que sería nuestro equivalente a bombero paramédico, forestal, aéreo, de materiales peligrosos, de rescate acuático, de rescate de montaña, de rescate en altura, de extracción vehicular, surgen además una escuela para crear mejores bomberos que, entre las nuevas doctrinas, tengan mayores posibilidades de sobrevivir.


Nótese que la NFPA, aunque toca el tema de rescate acuático, no incluye el tema de bomberos que caigan al agua durante operaciones de incendio. El Sistema Nacional de Informes de Incidentes de Incendio (NFIRS) de la USFA recopila datos sobre varios aspectos de los incidentes de incendio, incluidas las muertes y lesiones de los bomberos. De manera similar, la NFPA recopila datos sobre las muertes de bomberos a través de su programa de Organización de Datos de Incidentes de Incendio (FIDO) y otras fuentes. Si bien ambas organizaciones proporcionan estadísticas completas sobre las muertes de bomberos, incluidas las causas y circunstancias de estos incidentes, los datos no siempre especifican si la muerte de un bombero resultó de caer en el agua durante operaciones en el lugar del incendio, a menos que fuera un aspecto destacado del incidente.


NFPA 1500: Standard on Fire Department Occupational Safety, Health, and Wellness Program, proporciona requisitos integrales para los programas de seguridad ocupacional, salud y bienestar en los departamentos de bomberos. Aunque no aborda específicamente el tema de los bomberos que caen al agua durante operaciones en el lugar del incendio, y aunque la NFPA 1670: Standard on Operations and Training for Technical Search and Rescue Incidents, puede que no aborde específicamente el tema de los bomberos que caen al agua durante operaciones en el lugar del incendio, sus principios de entrenamiento, competencia, estándares de equipo, procedimientos operativos y gestión de escenarios aún pueden informar el enfoque general para manejar tales incidentes dentro del contexto más amplio de las operaciones y la seguridad de los departamentos de bomberos.


Sin embargo, es positivo saber que hay academias de bomberos que desarrollan cursos de seguridad en caso de que el bombero caiga al agua con todo el equipo de protección. Necesitamos ir más allá de los estándares NFPA, que aunque muy completos no lo cubren todo, como en el caso de las caídas en agua. Necesitamos crear una escuela de especialización para crear una nueva generación de bomberos del futuro, porque seguir solo lo que dice la NFPA, aunque conveniente, es insuficiente.


Porque si una escuela de bomberos europea o americana cumple con la normativas vigentes locales y nacionales, sólo está siendo igual al resto y no diferente y eso lamentablemente no generará risas como en el caso de Kurt Cobain, sino tristeza porque se está perdiendo una oportunidad increíble de diferenciación y mejora exponencial. Un cambio, porque una nueva escuela de bomberos generaría olas de nuevas ideas y vientos de progresos, porque la sobrevivencia en el agua, es solo la punta del iceberg. El rescate de altura que se enseña en muchas escuelas o academias bomberiles, es muchas veces irreal e insuficiente, por no decir imposible de poner en la practica.


Los bomberos necesitamos nuestra propia escuela superior de estrategia, tactica y sobrevivencia.


José Musse

New York City

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