La felicidad del bombero
En los últimos meses me he ido sumergiendo en la cultura coreana, ha sido un evento casual que ha traído un inesperado enriquecimiento visual de costumbres, tradiciones y filosofía. Una dieta basada en el mar. Como sopa de algas y la cocción de calamares en una increíble explosion de sabores en el paladar. La parrilla coreana es famosa globalmente.
En general, entender o tratar de entender la cosmovisión de las culturas asiáticas desde un referente occidental siempre es refrescante.
Esta inmersión asiática me lleva a simples preguntas sobre la felicidad, pero no en el marco general de la vida que ha sido tantas veces tocado, si no exclusivamente enfocado a la carrera o al trabajo. ¿Eres feliz en el trabajo que haces? ¿Podrías ser más feliz haciendo otra cosa? ¿Has dejado tu verdadera vocación profesional por hacer otra cosa que no te apasiona?
Estudiando negociación, algo que me queda imborrable en mi mente es el análisis de la guerra de Vietnam. EE.UU., había invertido tanto en finanzas, armas y vidas de soldados que la derrota era inaceptable y por ello solo seguía invirtiendo más. Hay un momento en que uno debe cortar sus pérdidas e irse.
Con el fallecido Brigadier Mayor CBP Italo Potestá Hurtado tuve conversaciones en que ambos nos enseñamos los dientes y las uñas, diálogos que generaron confrontación y desafío, mas por mi parte irreverente y mal educada que por la de él, que siempre asumió un papel paternal ante mis insubordinaciones y majaderías.
Un día en mi oficina en Surquillo, el viejo Italo conversando sobre la posibilidad de mi regreso al Cuerpo de Bomberos del Perú, asunto que yo rechazaba totalmente. Le dije que no, porque nunca había conocido un bombero viejo, que fuera feliz con la institución. Creo que esta, entre otras conversaciones que tuvimos, le hizo ver, que era una decisión personal que no cambiaría. En este caso, había cortado mis pérdidas.
Casi 20 años después de esa conversación, el mismo Italo, en su años plateados, decidió dejar su casa de toda la vida, la Alarco 60 por la Garibaldi 7. Esto, por los maltratos que estaba sufriendo por los mismos bomberos que él mismo había formado y graduado. Hay unidades bomberiles que deberían llevar nombre de perros y no de héroes.
Aunque conocí gente de calidad y fantástica en la institución bomberil, no era la mayoría. El país en general siempre había nadado en mediocridad y lo serio es que esta estaba aumentando. La lumpen era el futuro. Visible en los medios de comunicación, música, arte, política y sociedad en general. El bombero trapichero, mercachifle, puñalero, desleal, arribista, sobon, figureti e incapaz, era ya un ejército dominante. La mentira se volvió en verdad y la verdad en ofensa.
Una de las herramientas para asegurar la felicidad es la ética. Muchas organizaciones tienen códigos de ética en sus páginas de Internet y manuales de empleados, pero son sólo letra muerta en la que ellos no creen. Es como una biblia que no ha leído un auto proclamado cristiano.
Recientemente una gigante organización global me invitó a un conversatorio sobre ética. El presidente de la organización encabezó el evento global de una hora. ¿Se pueden imaginar lo que significa parar las operaciones comerciales por una hora durante el horario laboral? Bueno, es una señal de que el tema es importante en la cultura de esa organización. El evento fue de lo más ilustrativo para un tercermundista como yo. Luego de una corta exposición sobre la importancia de mantener un código de ética, todos los participantes fueron a cuartos virtuales para hablar de sus propias experiencias y cómo les afectó a ellos y a la organización en la que trabajaban en su momento.
La ética nos lleva actuar con justicia, evita conflictos de interés y en términos de largo plazo a construir mejores relaciones entre los miembros de una sociedad.
Es común entre los bomberos latinoamericanos la injusticia. El acoso sexual que han sufrido las bomberas chilenas y el desmanejo de la institucionalidad bomberil chilena, llevo a eso, a una explosion en los medios que termino afectando a todos. Sin entendimiento de ética terminamos culpando a las mujeres que denunciaron, con un código de ética funcional, vivo, no de adorno sino aplicado, con revisiones periódicas probablemente nunca hubiera pasado y si pasaba, eliminarían el problema rápidamente y sin escándalo.
Otra vez la idea de barrer el polvo debajo de la alfombra o lo mismo de que los trapitos sucios se limpian en casa y nunca se limpian, terminan explotando en la cara a todos.
En Perú, los bomberos cuentan con negocios de seguridad y asesorías, con asesores de seguridad que además aprueban desde el Cuerpo de Bomberos, los planos arquitectónicos. Es un mal consuetudinario. El oficial de bomberos es la burla del subalterno, se rompe desde la base la disciplina.
Si, aunque no lo crea. La ética es la base del desarrollo profesional y tiene mucho que ver con si será o no feliz.
José Musse
New York City
Foto: Pixabay.
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