La Importancia de Contar con Unidades Especiales para el Rescate de Animales en los Servicios de Emergencia
Los desastres naturales, incendios y otras emergencias afectan tanto a las personas como a los animales. En los EE.UU., se calcula que unas 40 mil mascotas mueren cada año a causa de incendios. En las inundaciones que siguieron al huracán Katrina se estima que 100 mil mascotas fueron abandonadas o murieron. En muchas ocasiones, las mascotas y el ganado quedan atrapados en situaciones de peligro, lo que puede generar un impacto económico y emocional significativo para sus dueños. Ante esta realidad, es crucial que los servicios de emergencia cuenten con unidades especializadas en el rescate de animales, no solo para salvar mascotas, sino también para rescatar ganado y otros animales de granja.
Rescate de ganado y animales de granja
El impacto económico de la pérdida de ganado y animales de granja en desastres naturales puede ser devastador para las comunidades rurales. Durante inundaciones, huracanes o incendios forestales, los animales de granja suelen quedar atrapados o en peligro, y su rescate requiere habilidades específicas debido a su tamaño y comportamiento. La Federal Emergency Management Agency (FEMA) destaca que "el bienestar animal es esencial para la recuperación económica de las zonas rurales tras desastres. La pérdida de ganado no solo afecta a los ingresos de los propietarios, sino que también compromete el suministro de alimentos y otros recursos básicos".
El rescate de animales grandes, como caballos y ganado, exige el uso de herramientas y técnicas adecuadas. Los equipos de rescate deben estar capacitados para manejar animales en situaciones de estrés y utilizar dispositivos como arneses especializados, camillas para animales grandes y equipos de grúa para mover a los animales en terrenos peligrosos. La National Fire Protection Association (NFPA) ha subrayado la necesidad de estándares de capacitación para el rescate de animales en desastres. Según la NFPA, "el rescate de grandes animales debe ser parte de la preparación integral para desastres en las comunidades rurales y suburbanas.
En América Latina, los desastres naturales han tenido un impacto devastador en el ganado y la agricultura en general, afectando tanto a la economía rural como a la seguridad alimentaria. El huracán Mitch fue uno de los huracanes más mortales y destructivos en la historia de Centroamérica. Afectó severamente a Honduras, Nicaragua y El Salvador. Se estima que más de 70,000 cabezas de ganado se perdieron en el evento, principalmente debido a las inundaciones y deslizamientos de tierra. En el 2017 en Argentina. Las fuertes lluvias que provocaron inundaciones en la provincia de Buenos Aires y La Pampa afectaron gravemente a la industria ganadera.
Se estimó que alrededor de 1.5 millones de cabezas de ganado fueron afectadas, ya sea por muerte directa o por la pérdida de tierras de pastoreo y forraje. En el 2014 en Bolivia, las lluvias en el Beni, afectaron gravemente a la ganadería. Se estima que más de 60,000 cabezas de ganado murieron debido a las inundaciones, con daños significativos en las tierras de pastoreo y la infraestructura agrícola. Esta región es una de las principales productoras de carne en Bolivia, por lo que las pérdidas tuvieron un impacto duradero.
No hay registro de cuantas mascotas mueren anualmente en incendios en España. Los incendios forestales, que son comunes en la península Ibérica durante los veranos calurosos y secos, también afectan a muchas mascotas y animales rurales. Por ejemplo, los incendios forestales en regiones como Galicia, Andalucía y Cataluña han causado la evacuación de personas y animales. Durante el incendio de Gran Canaria en 2019, varios refugios para animales se vieron obligados a evacuar urgentemente, y aunque muchos animales fueron rescatados, se perdieron varios perros, gatos y animales de granja debido a la rápida propagación del fuego.
Durante los incendios estructurales y forestales, las mascotas suelen quedar atrapadas en hogares y edificios. Los dueños, en su desesperación, intentan regresar a los lugares peligrosos para salvar a sus animales, lo que pone en riesgo tanto sus vidas como las de los socorristas. Según la U.S. Fire Administration, "la pérdida de mascotas en los incendios puede agravar el trauma emocional de los residentes y complicar las operaciones de rescate". Las unidades especializadas en el rescate de mascotas pueden reducir este riesgo, permitiendo que los equipos de bomberos y otros socorristas se concentren en las vidas humanas y el control del fuego.
Para que el rescate de animales sea efectivo, es necesario coordinar esfuerzos entre diferentes agencias y entidades locales. La NFPA y la U.S. Fire Administration recomienda que los servicios de bomberos, la policía y las agencias de control de animales trabajen juntos para establecer protocolos claros para el rescate de animales. Esto incluye identificar refugios temporales para los animales rescatados, proporcionar atención veterinaria y garantizar que los equipos tengan acceso a los recursos necesarios.
El desarrollo de unidades especializadas para el rescate de animales no solo protege a las mascotas y el ganado durante emergencias, sino que también reduce los riesgos para los dueños y socorristas, y mitigar las pérdidas económicas en las comunidades rurales. Las recomendaciones de la NFPA, FEMA y la U.S. Fire Administration resalta la necesidad de integrar estas unidades como parte fundamental de la respuesta ante desastres, asegurando una gestión integral y efectiva de cualquier crisis.
Este enfoque no solo salva vidas, sino que también asegura un retorno más rápido a la normalidad para las comunidades afectadas.
José Musse
New York City
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