El incendio del árbol de Navidad
En los videos que circulan en las redes sociales sobre el incendio del árbol de Navidad se aprecia la evolución del fuego. Un simple extintor de polvo químico seco de 9 o 12 kilos pudo extinguir el fuego en sus primeros segundos.
El fuego avanza rápido y no es eso lo que se preocupa sino la inacción de los visitantes y empleados de las tiendas cercanas. En lugar de buscar un extintor y atacar el fuego, buscan su teléfono móvil. Mejor grabar el incidente que acabar con la amenaza pública.
En los últimos años hemos leído noticias de selfies que terminaron en fatalidades, de animales que lejos de ser rescatados murieron en manos de los que prefieren grabar al animal en apuros. No estamos lejos de ver a gente que grabe su propia muerte porque en lugar de evacuar o ayudar, decidieron quedarse en una zona peligrosa que termine consumiendolos.
Decía Winston Churchill que el problema de nuestra época es que la gente no quiere ser útil, sino importante.
José Musse
New York City
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