Bomberos del Perú: ¿Cómo llegamos a esto?
Conviene que nos preguntemos porqué hemos llegado a tener este problema que terminó poniendo en jaque al Cuerpo de Bomberos al llevarse al poder judicial el ascenso de 30 oficiales (CG 025-2017 CGBVP) y no es difícil entender las causas. Cada grupo de bomberos quiere privilegios y sacarse del medio a los bomberos que le son incómodos, críticos y para ello, cada gestión quiere nuevas leyes, nuevas resoluciones y nuevos oficiales. Todo a medida para ostentar el poder y los privilegios sin fastidio.
Jubilaron a los de 70 para sacar del medio al bombero Virgilio Airaldi. Luego quisieron bajarse a otros incómodos y cambiaron la ley y luego la quieren volver a cambiar y así, entramos al espiral infinito.
El CGBVP se ha vuelto una maraña de normas, estructuras organizacionales y procedimientos innecesariamente complicados, que hacen a la institución más lenta y burocrática, todo lo que no queremos en una entidad que responde a emergencias. El que ideó la Intendencia de Bomberos debe haber sido una de las personas mas estúpidas del planeta.
Claro, no soy ingenuo. La Intendencia en nada aporta al Cuerpo de Bomberos ni ayuda en el sistema de emergencias nacionales. Hay una explicación cuando las organizaciones se complican y es que responden a la necesidad de hacerlas difíciles de controlar y auditar. Son perfectas para saqueos y robos legales. Como no ser empleado público, pero seguir queriendo manejar y beneficiarse del dinero público.
Los cuerpos de bomberos más eficientes son más horizontales. Menos cargos y menos grados jerárquicos. Alumno bombero, bombero, teniente, capitán, jefe de batallón y jefe de departamento. Sabemos la realidad de porque tanto grado innecesario en el CGBVP. La razón es evitar ceder el poder de los que lo ostentan y en ese afán, se han enredado.
El 95% de la energía que gastan los todopoderosos del INB y CGBVP es en leyes, regulaciones burocráticas argolleras que en nada mejoran la calidad de vida del bombero ni protegen mejor a la sociedad. Que tal si usamos un 20% de ese tiempo y energía para discutir y crear resoluciones sobre evaluaciones de rendimiento físico y exámenes médicos anuales para todo bombero en servicio. Supongo que no.
Que tal si invertimos 5% de esa energía que hace lobbys con congresistas para asegurarse que los bomberos tengan un organigrama que sea aplaudido internacionalmente por su desburocratización y simplificación. Que tal si usamos un 5% de energía para usar el modelo de la US Fire Administration para servicios de emergencia. Supongo que no.
Igual, a los fariseos no les faltará una oportunidad para decirle a la sociedad lo mucho que se sacrifican y aman servir al prójimo.
Foto: Caretas
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