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José Musse

Éxito en Incidentes con Víctimas Masivas


En incidentes que involucran víctimas masivas, las acciones rápidas y decisivas de los primeros respondientes a menudo determinan la supervivencia y el bienestar de muchas personas. Los bomberos, paramédicos y oficiales de policía, guiados por su deber de proteger y servir, dependen de una combinación de capacitación, comunicación y liderazgo para mitigar el caos inherente a estas situaciones. Su capacidad para priorizar acciones que salvan vidas, garantizar la seguridad de la escena y coordinar con varias agencias es vital para evitar una mayor pérdida de vidas. Según la Administración de Incendios de los EE.UU. (U.S. Fire Administration) y la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA, por sus siglas en inglés), la preparación y el cumplimiento de los protocolos de seguridad son principios fundamentales que guían a los primeros respondientes durante estos eventos de alta complejidad.


Uno de los pasos más críticos para los primeros respondientes es garantizar la seguridad de la escena al llegar a un incidente de víctimas masivas. Ya sea un atentado terrorista, un tiroteo masivo o un desastre natural, los bomberos y el personal médico de emergencia deben primero evaluar la escena para asegurarse de que sea segura para ellos mismos y para otros. Este principio, respaldado por la Administración de Incendios de los EE.UU., previene que los respondientes se conviertan en víctimas, lo que complicaría aún más el esfuerzo de respuesta. Por ejemplo, durante el atentado del Maratón de Boston en 2013, la rápida evaluación de la escena permitió a los primeros respondientes trabajar de manera segura mientras estabilizaban y trataban a las víctimas de manera efectiva. La presencia de posibles dispositivos explosivos secundarios significaba que la seguridad debía ser la máxima prioridad antes de poder brindar asistencia médica.


Una vez que la escena está asegurada, el enfoque cambia inmediatamente hacia la clasificación de heridos. Este proceso implica evaluar y categorizar rápidamente a las víctimas según la gravedad de sus heridas. La clasificación es un paso esencial que asegura que aquellos que necesitan atención inmediata la reciban primero, mientras que otros con heridas menos graves sean estabilizados y tratados más tarde. Las pautas de la NFPA destacan la importancia de utilizar sistemas de clasificación estandarizados, como el método START (Evaluación Simple y Tratamiento Rápido), para facilitar la toma de decisiones eficientes bajo presión. En el tiroteo del Festival de la Cosecha Route 91 en Las Vegas en 2017, la clasificación fue crítica para organizar la respuesta a los cientos de víctimas heridas. A pesar de la naturaleza abrumadora de la escena, los primeros respondientes pudieron priorizar la atención, estabilizar a los pacientes críticos y transportarlos a los hospitales locales. El éxito de estos esfuerzos subraya la importancia de la preparación y la capacitación para eventos de víctimas masivas, como lo establece la Administración de Incendios de los EE.UU.


Otro elemento clave del éxito en incidentes de víctimas masivas es la comunicación y coordinación efectiva entre las diferentes agencias que responden. La capacidad de gestionar el flujo de información, solicitar recursos adicionales y trabajar de manera fluida con otros servicios de emergencia es fundamental. Durante el atentado del Maratón de Boston, por ejemplo, los primeros respondientes pudieron trabajar estrechamente con los hospitales locales que se habían preparado para la posibilidad de víctimas masivas durante el evento. Esta coordinación permitió una transición fluida del tratamiento en el lugar al cuidado hospitalario, asegurando que todas las víctimas que llegaron al hospital sobrevivieran. Tal coordinación es un pilar de las recomendaciones de la NFPA para los sistemas de comando en incidentes, que enfatizan la necesidad de una respuesta unificada y bien coordinada en emergencias a gran escala.


El profesionalismo, el liderazgo y el pensamiento rápido también son rasgos cruciales que distinguen a los bomberos que ascienden en los rangos de sus compañeros. Los bomberos que muestran potencial de liderazgo, toman la iniciativa e inspiran confianza en los demás a menudo son promovidos más rápidamente. Según la NFPA, el aprendizaje continuo y el desarrollo profesional son vitales para el avance. Los bomberos que buscan certificaciones adicionales, persiguen una formación avanzada y mantienen una buena condición física demuestran su compromiso con la profesión y su preparación para asumir mayores responsabilidades. En incidentes de víctimas masivas, estos rasgos se exhiben plenamente cuando los bomberos y otros respondientes toman decisiones críticas, lideran equipos en esfuerzos que salvan vidas y se adaptan a situaciones que cambian rápidamente.


En el tiroteo de Las Vegas, por ejemplo, muchos primeros respondientes que estaban fuera de servicio y asistían al evento se ofrecieron para ayudar en la clasificación y el tratamiento de las víctimas. Su pensamiento rápido, liderazgo y capacidad para trabajar bajo presión ayudaron a salvar muchas vidas, destacando el valor del profesionalismo y la preparación. Las lecciones aprendidas de este incidente enfatizan la importancia de fomentar estos rasgos en todos los primeros respondientes para garantizar que estén listos para ser promovidos y asumir mayores responsabilidades de liderazgo.


En última instancia, el éxito de los primeros respondientes durante los incidentes de víctimas masivas depende de varios factores clave: la seguridad de la escena, la clasificación de heridos, la comunicación y los rasgos personales de quienes están en la primera línea. Las pautas de la Administración de Incendios de los EE.UU. y la NFPA subrayan la importancia de la capacitación y la preparación, asegurando que los respondientes estén listos para enfrentar los complejos desafíos que presentan estos incidentes. Las historias de éxito del atentado del Maratón de Boston y el tiroteo de Las Vegas demuestran cómo los primeros respondientes, equipados con la capacitación y la mentalidad correctas, pueden marcar una profunda diferencia, salvando innumerables vidas incluso en las circunstancias más difíciles.


José Musse

New York City

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